Estas navidades nos ha tocado hacer un comentario sobre una tarea un tanto peculiar. Al principio cuando nos comentaron la idea me daba un poco de vergüenza pero después me alegré mucho de haberla llevado a cabo. Teníamos que entregar una tarjeta a una persona que de alguna forma hubiese dejado huella en nosotros y, tras un tiempo pensándolo, decidí dársela a una prima con la que llevaba sin hablar un tiempo. Ella ha dejado de alguna forma huella en mí al enseñarme el valor de la amistad.
De pequeñas no nos llevábamos muy bien por eso de que nos llevamos un año de edad y había algunas redecillas entre nosotras, pero más tarde todo cambió. Empezamos a ser más que primas, nos lo contábamos todo y además nos lo pasábamos genial juntas. Decidí darle la tarjeta a ella porque últimamente nos habíamos distanciado un poco por una pequeña discusión y no quería que dejáramos de ser lo que antes éramos. De un día para otro se había convertido en una persona muy importante en mi vida y quería decírselo. Cuando se la entregué se alegró muchísimo de que la hubiera elegido a ella y se sintió, de alguna manera, muy especial por ser ella la persona que ha dejado una gran huella en mí.
Ella a su vez se la quiso entregar a la que antes era una de sus mejores amigas pero que por un distanciamiento entre ellas su relación se había enfriado. Cuando mi prima le comentó la idea estuvo un poco reacia a ella porque pensaba que era una broma y no se la tomó muy enserio, pero cuando se dio cuenta de la importancia de esta tarjeta se alegró de ser “su elegida”. Desde entonces no es que vuelvan a ser amigas como antes pero cuando se ven se miran de otra manera, sabiendo que una ha dejado huella en la otra y sintiendo que hay algo que las une. Gracias a esta tarjeta muchas personas se habrán dado cuenta de que son apreciadas por alguien y, como yo, han mejorado sus relaciones con ellas. Muchas veces hace falta dar las gracias a esas personas que dejan huella y decirles que no olvidamos lo que en su día hicieron por nosotros. Gracias, a todos los que nos dejan huella cada día y hacen que nos alegremos de tenerlos a nuestro lado.
De pequeñas no nos llevábamos muy bien por eso de que nos llevamos un año de edad y había algunas redecillas entre nosotras, pero más tarde todo cambió. Empezamos a ser más que primas, nos lo contábamos todo y además nos lo pasábamos genial juntas. Decidí darle la tarjeta a ella porque últimamente nos habíamos distanciado un poco por una pequeña discusión y no quería que dejáramos de ser lo que antes éramos. De un día para otro se había convertido en una persona muy importante en mi vida y quería decírselo. Cuando se la entregué se alegró muchísimo de que la hubiera elegido a ella y se sintió, de alguna manera, muy especial por ser ella la persona que ha dejado una gran huella en mí.
Ella a su vez se la quiso entregar a la que antes era una de sus mejores amigas pero que por un distanciamiento entre ellas su relación se había enfriado. Cuando mi prima le comentó la idea estuvo un poco reacia a ella porque pensaba que era una broma y no se la tomó muy enserio, pero cuando se dio cuenta de la importancia de esta tarjeta se alegró de ser “su elegida”. Desde entonces no es que vuelvan a ser amigas como antes pero cuando se ven se miran de otra manera, sabiendo que una ha dejado huella en la otra y sintiendo que hay algo que las une. Gracias a esta tarjeta muchas personas se habrán dado cuenta de que son apreciadas por alguien y, como yo, han mejorado sus relaciones con ellas. Muchas veces hace falta dar las gracias a esas personas que dejan huella y decirles que no olvidamos lo que en su día hicieron por nosotros. Gracias, a todos los que nos dejan huella cada día y hacen que nos alegremos de tenerlos a nuestro lado.
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